El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho una declaración contundente respecto a la política de inmigración del país. En un discurso en Carolina del Sur, afirmó su disposición de “cerrar la frontera” con México si el Congreso aprueba un proyecto legislativo que está siendo negociado por senadores demócratas y republicanos. Esta postura marca un cambio notable en la política tradicional del Partido Demócrata sobre inmigración y refleja la importancia creciente de este tema en el contexto político actual, especialmente en la campaña de reelección de Biden.

El proyecto de ley en cuestión, descrito por Biden como “el proyecto de seguridad fronteriza más duro e inteligente de la historia”, contempla medidas estrictas en relación con la inmigración y el asilo. Según reportes del The Washington Post, una cláusula clave del proyecto permitiría expulsar a migrantes cuando las detenciones en la frontera con México excedan las 5.000 durante un promedio de cinco días. Esta propuesta limitaría significativamente la capacidad de los migrantes para solicitar asilo, permitiendo solicitudes únicamente en puertos de entrada designados y con un número limitado de plazas disponibles.

Esta medida tendría un impacto considerable en el flujo de migrantes y en las políticas de asilo de Estados Unidos. La propuesta de expulsión indefinida de migrantes hasta que las detenciones disminuyan a menos de 3.750 por día representa un cambio drástico en la manera en que el país maneja la inmigración irregular. Este enfoque más restrictivo podría generar controversia y debate tanto a nivel nacional como internacional.

El anuncio de Biden se produce en un contexto político en el que la inmigración es un tema central. Donald Trump, probable candidato republicano y expresidente, ha enfocado gran parte de su retórica política en la migración, utilizando este tema para criticar la administración actual. Mientras el Senado, de mayoría demócrata, parece dispuesto a aprobar el proyecto, los republicanos en la Cámara de Representantes han mostrado su rechazo, influenciados también por la postura de Trump contra cualquier compromiso con los demócratas.

Es importante destacar que el acuerdo fronterizo es solo una parte de un paquete de medidas más amplio que se está negociando en el Congreso. Este paquete incluye fondos de ayuda para Ucrania e Israel, que son prioritarios para la administración Biden. La aprobación de estos fondos ha sido condicionada por los republicanos a cambios en el sistema de asilo y migración, lo que ha llevado a la situación actual de negociación y debate en el Congreso.

La declaración de Biden sobre el cierre de la frontera con México subraya una posible evolución en la política de inmigración de Estados Unidos. Aunque el proyecto legislativo aún no se ha hecho público, su impacto en el debate político ya es evidente. La confluencia de política interna, presiones partidistas y la dinámica del Congreso será crucial para determinar el futuro de esta propuesta y su efecto en las políticas de inmigración y asilo de Estados Unidos.