Guatemala enfrenta una alarmante temporada de incendios en el periodo 2023-2024, con un total de 158 siniestros registrados hasta la fecha. Estos eventos se clasifican en dos categorías principales: 96 incendios forestales, que afectan áreas de vegetación natural, y 62 incendios no forestales, relacionados principalmente con accidentes en estructuras urbanas como viviendas.

La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) ha sido la fuente principal para la recopilación de estos datos. El impacto de estos incendios es considerable, con una superficie afectada de 421 hectáreas de bosques y pastizales. 

Sorprendentemente, el departamento del Petén, conocido como uno de los últimos pulmones ambientales de América y hogar de aproximadamente 3.500 especies entre fauna y flora, no ha reportado incendios en esta temporada. Esto es significativo, dado que Guatemala se cuenta entre los 20 países con mayor biodiversidad en el mundo.

El departamento más afectado es El Quiché, situado en el noroeste del país, donde se han reportado 24 incendios que han consumido 174 hectáreas. Huehuetenango, en el norte, también ha sufrido considerablemente con 12 incendios, de los cuales 8 son forestales, afectando 54 hectáreas.

La agricultura y la ganadería son identificadas como las principales causas de estos incendios forestales en el norte de Guatemala. Comparando con la temporada 2022-2023, se observa un descenso en la cantidad de incendios, ya que en ese periodo se contabilizaron más de 850 siniestros afectando más de 28.000 hectáreas.

Sin embargo, esta disminución no debe ser motivo de complacencia. En las últimas dos décadas, Guatemala ha perdido el 22.3% de su cobertura forestal, una reducción de 4.5 millones a 3.5 millones de hectáreas, según datos del Sistema de Información Forestal (SIF).

Este análisis pone de relieve la crítica situación de los incendios en Guatemala y sus posibles impactos ambientales. Aunque el descenso en el número de incendios respecto al año anterior puede considerarse un progreso, la magnitud de la pérdida forestal en las últimas dos décadas plantea serias preocupaciones sobre la gestión de recursos naturales y la sostenibilidad ambiental en el país.

Además, el hecho de que áreas tan biodiversas y cruciales como el Petén no hayan sufrido incendios en esta temporada es un recordatorio de la importancia de preservar estos ecosistemas vitales. La gestión de incendios y la conservación de los bosques deben ser una prioridad para garantizar la protección de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.

En este contexto, es esencial una acción coordinada y sostenida para abordar las causas subyacentes de los incendios, especialmente en lo que respecta a las prácticas agrícolas y ganaderas. Además, es imprescindible fortalecer las capacidades de respuesta y prevención de incendios a nivel nacional, regional y local.

La temporada de incendios 2023-2024 en Guatemala refleja tanto desafíos como oportunidades. Mientras que la reducción en el número de incendios es alentadora, la pérdida continua de cobertura forestal y la presión sobre los ecosistemas biodiversos requieren una atención y acción inmediatas. La preservación de los recursos naturales y la adopción de prácticas sostenibles son esenciales para el futuro ambiental de Guatemala y, por extensión, del planeta.