El Ministerio de Economía de Argentina ha anunciado una actualización significativa en las tasas de intereses aplicables a las deudas tributarias. Este cambio, oficializado a través de la Resolución 3/2024 y publicado en el Boletín Oficial, implica un aumento notable en las tasas de intereses tanto resarcitorios como punitorios, que se aplican a los retrasos en el pago de obligaciones impositivas, previsionales y aduaneras.

Hasta el 31 de enero de 2024, las tasas de intereses aplicadas por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) eran fijas, y según se argumenta en la resolución, estas tasas resultaban ser reales negativas y no reflejaban de manera adecuada el contexto inflacionario actual del país. Para corregir esto y ajustar las tasas a la realidad económica, la Resolución 3/2024 introduce un esquema de tasas variables, que se revisarán y ajustarán de forma bimestral a partir del 1 de febrero de 2024.

La tasa de intereses resarcitorios, que se aplica para compensar al fisco por el retraso en el pago, experimentará un incremento del 5,91% a 1,3 veces la tasa activa efectiva mensual de descubiertos en cuenta corriente no solicitado previamente del Banco Nación Argentina (BNA). Por otro lado, la tasa de intereses punitorios, destinada a sancionar la mora en el cumplimiento de las obligaciones fiscales, se incrementará del 7,37% a 1,5 veces la mencionada tasa activa del BNA, lo que situaría esta tasa casi en el 18% mensual.

Es importante destacar que, para las deudas denominadas en dólares, se mantendrán las tasas en el 0,83% mensual para los intereses resarcitorios y en el 1% mensual para los intereses punitorios. Además, en situaciones específicas como devoluciones, acciones de repetición, reintegros y otros casos similares, se aplicará la tasa de depósitos a 30 días publicada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), que actualmente es del 3,84%.

Estas modificaciones en las tasas de intereses por deudas tributarias buscan adaptarse a la situación económica actual y garantizar que las tasas sean representativas del contexto inflacionario. La medida, que entrará en vigor a partir del 1 de febrero de 2024, supone un ajuste importante para los contribuyentes y las empresas, que deberán estar atentos a estas variaciones para cumplir adecuadamente con sus obligaciones fiscales y evitar costos adicionales por retrasos en sus pagos.