En el panorama actual de Cuba, los apagones se han convertido en una problemática constante que afecta la vida cotidiana de sus habitantes. Lázaro Guerra Hernández, director técnico de la Unión Eléctrica (UNE) de Cuba, ha proporcionado una perspectiva más clara sobre esta situación en una reciente entrevista televisiva. Según Guerra, la escasez de combustible es un factor clave que agrava la crisis energética en el país. Esta falta de recursos energéticos ha llevado a que los cortes de electricidad, que anteriormente se limitaban a las horas pico de consumo, ahora se extiendan desde la mañana hasta la noche, impactando especialmente a las provincias interiores de la isla.

La situación actual es crítica: los apagones comienzan temprano en la mañana y persisten hasta altas horas de la noche. La UNE ha reportado que, solo el lunes, la mayor afectación fue de 945 megavatios (MW) durante el horario pico, un incremento en comparación con el día anterior. Se observa un déficit continuo en la capacidad de generación de energía, alcanzando un pico de 954 MW a las 18:30 horas, que sorprendentemente no coincidió con el horario de mayor demanda. 

Además, la situación se complica por el estado de las centrales termoeléctricas del país. Varias unidades están actualmente fuera de servicio debido a averías o están en mantenimiento. Esto incluye unidades en las centrales de Santa Cruz, Felton y Mariel, entre otras. Estas circunstancias han contribuido a una limitación en la generación térmica de 352 MW.

Según el pronóstico de la UNE para el horario pico, se espera la incorporación de 4 motores en la patana de Melones, aportando 65 MW, y la entrada de motores de generación distribuida, actualmente en espera de mantenimiento, que contribuirían con 20 MW adicionales. A pesar de estos esfuerzos, se anticipa una disponibilidad de energía de 1965 MW frente a una demanda máxima de 2750 MW, resultando en un déficit de 785 MW. Esto implica que, incluso bajo las condiciones previstas, se espera una afectación significativa de 855 MW durante las horas pico.

Guerra también señaló la importancia del mantenimiento de las centrales termoeléctricas, muchas de las cuales son obsoletas. Aseguró que se sigue un cronograma riguroso para mejorar las condiciones de generación de cara al verano. Sin embargo, la experiencia pasada ha llevado a muchos cubanos a mantener un escepticismo prudente frente a estas afirmaciones.

Cuba enfrenta un desafío considerable en su sistema de generación de energía. La escasez de combustible y los problemas técnicos en las centrales termoeléctricas están causando interrupciones significativas en el suministro eléctrico, afectando la vida diaria de los ciudadanos. Aunque hay esfuerzos en curso para mitigar estos problemas, la solución a largo plazo aún parece incierta, dejando a los habitantes de la isla en una situación de espera y esperanza.